Una de las piezas que hacen el proceso más cómodo es el característico banco de descarnado, consiste en un madero de perfil convexo e inclinado que se usa junto al cuchillo de descarnado para eliminar residuos de músculo y grasa de la parte interna de la piel.
La piel se sujeta contra el banco apretándola con el cuerpo y se pasa sobre ella el cuchillo de descarnado que generalmente es curvo (a veces puede ser plano) con un mango para cada mano. Si en vez de curtir la piel con el pelo se pretendía obtener el cuero se usa un cuchillo similar pero poco afilado para no cortar la piel, llamado cuchillo de depilar.
Otro instrumento o aparato típico es el tambor, que en la producción casera es sustituido por un baño o un bidón. En el curtido se usa el tambor para realizar diversas funciones, como; el remojo de pieles, el encalado, desencalado, el baño curtiente, el reblandecido o el secado con serrín.
Una vez que la piel ha sido curtida, secada y ablandada mediante "la zurra" (básicamente golpearla hasta reblandecerla al tiempo que se aplican aceites o yema de huevo) se procede a desbastarla, reducir su espesor para hacerla más flexible. Los aficionados suelen realizarla con papel de lija, mientras que los profesionales usan una desbastadora o lijadora.
Para saber más:
El curtido de pieles.
Curtido de pieles de conejo.
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